Elizabeth Taylor: Una leyenda no sólo en el cine...

Elizabeth Taylor es una de las grandes estrellas del cine contemporáneo.  Sus hermosos ojos violeta cautivaron al mundo la mayor parte del siglo pasado y de los años por venir.  Más alla de ser una actriz laureada, belleza legendaria y de protagonizar una de las grandes historias de amor del siglo pasado, Elizabeth Taylor, tal vez no es la iniciadora de una categoría de productos, pero si es el primer y más longevo caso exitoso.


Se han encontrado vestigios del uso de perfumes desde la Edad de Piedra, aunque su perfeccionamiento se dio con los Egipcios y los Árabes descubrieron que al ponerles alcohol su calidad mejoraba, la comercialización de los perfumes no se dio como producto de consumo más o menos masivo en la Edad Media (los cruzados trajeron esencias del oriente al occidente). 

El perfume  se ha convertido en un producto de uso común entre las mujeres y hombres.  Analizando el Insight de los perfumes “las mujeres consideran los perfumes como un accesorio muy importante pero discreto, pues no es un adorno que se puede mirar, pero su trabajo está en apoyar psicológicamente la seguridad personal o autoestima”. (http://artigoo.com/perfumes-para-la-mujer-y-la-autoestima)

Los perfumes para celebridades tienen su auge en este momento. Sin embargo, la historia de esta categoría es algo reciente.  La primera asociación entre un Diseñador y una celebridad para realizar perfumes fue entre Givenchy y Audrey Hepburn, sin embargo la cooperación fue solamente para el diseño de los aromas y la comercialización utilizando a Audrey como vocera.  En los 70’s y 80’s existió una tendencia de los artistas  (que en América Latina persiste hasta la fecha), de lanzar al mercado fragancias baratas y de mala calidad.   De esos intentos de artistas como Julio Iglesias, hizo que el asociar Celebridades con Perfumes diera la perspectiva de perfumes baratos, corrientes y de mal gusto.

Hasta que en 1988, Liz Taylor en asociación con otra famosa Elizabeth (Arden), lanzó su primera fragancia.  Pero esta no era una fragancia común y corriente:  Al igual que Audrey, Liz coopero con el diseño de las misma, tanto en aroma como en packaging. Además no lanzó el perfume con su nombre (como lo hizo Julio Iglesias y actualmente Rafa Márquez), si no que se decidió por una marca que asociara el producto con Liz Taylor, previendo así una línea de perfumes diseñada por esta personalidad.  Además de acompañarla con una publicidad sofisticada, un precio que la ubica en el rango de perfumes de diseñador y dirigido a un segmento que se identificara con la imagen de Taylor.

Así surgió Passion by Elizabeth Taylor.  El nombre de marca acertado, una celebridad sofisticada y legendaria entregándolo al mercado, vendiéndole autoestima a todas las mujeres del mundo. ¿Qué otra palabra si no pasión define la vida de Liz Taylor?.  Ahora, el glamour se podía comprar por $52 usd.

Siguieron a este White Diamonds, que hace alusión al famosísimo diamante Burton – Taylor; y Black Pearls.  Estos tres perfumes facturan  para Elizabeth Arden, 200 millones de dólares anuales en ventas.  De ellos el más famoso y vendido es White Diamond, que esta clasificado en el Rank de los 100 mejores perfumes de la historia, y ha hecho que las consumidoras del nuevo siglo, conozcan las fragancias favoritas de los años 40’s y 50’s, ya que las notas de los perfumes de Elizabeth Taylor remontan a esa época de glamour y belleza clásica.

Fue  hasta el 2002, que otra marca de perfumes de diseñador cobijó a otra celebridad para lanzar otra línea de perfumes, cuando Coty lanzó Glow by Jennifer López, utilizando el mismo concepto con el que Elizabeth Arden y Liz Taylor dominaron el mercado.  A partir de ese momento, se dio el boom.  Desde Sarah Jessica Parker (que ha lanzado el más exitoso de todos ellos llamado Covet), hasta socialités como Kim Kardashian y Paris Hilton, han lanzado su línea de perfumes. 

Diamante Burton Taylor 
Pero hay que regresar al insight.  El uso del perfume refuerza nuestra personalidad y nos da autoestima.  Sin embargo al comprar un perfume de celebridad tenemos un elemento más:  el querer ser un poco como la persona que dicho producto representa.  Y  siendo honesta (y a manera personal), si debo de elegir que personalidad llevar conmigo para dejar huella por donde paso, siempre preferiré a Elizabeth Taylor.











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